Santander goza de un amplio abanico de arenales. Desde las playas urbanas hasta las calas naturales, en nuestra ciudad tienes la oportunidad de disfrutar de estos espacios tomando el sol, practicando diversidad de deportes, dando un paseo… y, además, en cualquier época del año porque en Santander siempre es un placer ir a la playa.
Desde 1847, las playas de Santander, concretamente la Primera de El Sardinero, se hizo popular cuando fue pionera en promocionarse como apropiada para recibir los terapéuticos “Baños de Ola”.
Las playas urbanas se encuentran fácilmente comunicadas de paseos marítimos, carriles bici, carreteras y por supuesto, con un transporte público frecuente, lo que las convierten en la opción ideal para aquellas personas que buscan la comodidad.
En este amplio abanico, Santander dispone de entornos paradisíacos como son las calas que se encuentran enclavadas en entornos naturales que, con sus arenas finas, las aguas azules adquieren tonalidades de ensueño. Sin duda, son lugares en los que desconectar y relajarse.
Y, por si fuera poco, en parajes de indudable belleza y valor natural, se encuentran las playas periurbanas, que ofrecen servicios como amplios aparcamientos y transporte público, pero alejadas del núcleo urbano.
La ciudad de Santander ofrece unas playas de calidad, seguras y accesibles. Así, las playas urbanas además de contar con servicios de socorrismo, duchas, transporte público y aparcamiento, ofrecen zonas de ocio, como bibliotecas y ludotecas, aseos adaptados y servicio de sillas anfibias para facilitar el baño a personas con movilidad reducida.
A lo largo de los paseos que bordean muchas de las playas, es posible encontrar numerosos bares y restaurantes, en los que degustar los platos más icónicos de Santander.