Es la playa urbana más cercana al centro de la ciudad, lo que la convierte en la opción ideal para disfrutar de un día de playa sin necesidad de alejarse del núcleo urbano.
Su arena es fina y dorada y la playa tiene 200 metros de longitud y una anchura media de 70 metros. A pesar de su nombre, es una playa muy segura para el baño, apta para todas las edades, ya que se encuentra en el interior de la Bahía de Santander, por lo que sus aguas son muy tranquilas y apenas tienen oleaje.
La zona de baño se encuentra delimitada por unas plataformas a las que se puede llegar nadando y tumbarse a tomar el sol.
Cuenta con un amplio aparcamiento, pero además está comunicada con carril bici desde el centro de la ciudad y tiene transporte público frecuente.
Aunque se encuentra en el núcleo urbano, la playa cuenta con abundante vegetación y unas vistas inmejorables de la Bahía.
Existen varias teorías acerca del nombre de esta playa, aunque la más aceptada es la que se refiere al peligro que tienen los barcos de encallar debido a la poca profundidad de sus aguas.
Es una playa accesible y equipada con aseo adaptado gratuito, vestuario, zona de sombra y silla anfibia/muletas anfibias y ducha adaptada. Del 1 de junio al 30 de septiembre, existe, un servicio de baño asistido para personas discapacitadas o con movilidad reducida, realizado por personal cualificado que no es necesario reservar con anterioridad.
En la playa también existe una zona de juegos infantil con monitoras que realizan, entre otras, actividades de sostenibilidad del medio ambiente.
Para poder disfrutar del día de playa, Los Peligros cuenta con tumbonas y sombrillas en servicio de alquiler, además, cuenta con de la posibilidad de alquilar vehículos acuáticos, que encontraremos en las inmediaciones.