La Biblioteca Central de Cantabria (BCC), ubicada en la calle Ruiz de Alda, se alza como un templo del saber y la cultura en la capital cántabra.
Adentrarse en la BCC es sumergirse en un mar de conocimiento. Sus fondos abarcan una amplia gama de disciplinas, desde literatura e historia hasta ciencia y tecnología. Entre sus joyas bibliográficas se encuentran incunables, manuscritos antiguos y libros raros de gran valor histórico.
La BCC no sólo es una biblioteca tradicional, sino también un dinámico centro cultural que ofrece una variada programación de actividades. Conferencias, talleres, exposiciones, conciertos y presentaciones de libros, entre otras, son las propuestas que llenan de vida sus espacios.
El edificio que alberga la BCC es una obra arquitectónica de gran valor. Construido en estilo neomudéjar en 1900, originalmente fue sede de la Tabacalera Cántabra. Durante la Guerra Civil, se convirtió en cárcel para presos republicanos y, al terminar, volvió a convertirse en almacén hasta 1986. Posteriormente, fue reformado y se convirtió en lo que es ahora: una gran Biblioteca que, además, ofrece multitud de exposiciones con el objetivo de acercar la cultura a los ciudadanos.
Su imponente fachada y sus espacios interiores llenos de luz natural crean un ambiente propicio para la concentración y el disfrute de la cultura.
En su interior, son habituales las exposiciones y dispone de varias salas a tal efecto, así por ejemplo en la Concepción Arenal se suelen exhibir muestras temporales de diferentes disciplinas de artes plásticas y visuales y, en la Piti Cantalapiedra, exposiciones producidas por la propia Biblioteca Central y el Archivo Histórico Provincial en las que lucen sus fondos bibliográficos y documentales y se celebran distintas efemérides literarias.
La programación habitual de la Biblioteca Central se prolonga a lo largo de todo el año e incluye proyecciones de cine, narración oral y encuentros literarios.