Así, por ejemplo, te proponemos la ruta que te descubrirá el litoral de la ciudad y arranca en el Paseo Marítimo. Puedes iniciar tu ruta, por ejemplo, en las inmediaciones del Centro Botín y gozar de unas vistas inigualables a la bahía.
El recorrido continúa por esta senda mientras observamos la Grúa de Piedra, el Palacete del Embarcadero o cómo se acerca la “Pedreñera” hasta el muelle. Así se conoce popularmente a la línea regular de lanchas de “Los Reginas” que cruza la bahía conectado Santander con Somo y Pedreña.
Edificios emblemáticos continúan a nuestro paso como el del Real Club Marítimo de Santander o, al fondo, el Palacio de Festivales. Un paseo que en el que podemos optar por llegar hasta la Playa de los Peligros, o, como en esta ocasión, desviarnos hacia Reina Victoria. En esta avenida se ha habilitado un carril bici en 2020 convirtiéndose en uno de los más transitados durante el verano ya que conecta el centro con El Sardinero y sus afamadas playas.
Desde Reina Victoria tenemos unas vistas espectaculares del Cantábrico. De hecho, en la avenida se encuentra un mirador en el que te recomendamos hacer una pequeña parada para disfrutar de la vista e, incluso, hacerte un selfie.
A nuestro paso, nos encontramos con un desvío a la Península de La Magdalena. Merece la pena hacer una parada en este lugar y recorrer a dos ruedas sus instalaciones mientras disfrutamos a la sombra de sus árboles y una vista privilegiada desde su Palacio.
Salimos de la Península de La Magdalena, ahora, para continuar nuestro camino hacia El Sardinero, centro neurálgico de la actividad estival y de ocio en la ciudad. Sus arenales dorados, sus paseos, su variada oferta hostelera y hotelera hacen de este entorno el lugar ideal para la desconexión y el disfrute de unas vacaciones.
El Sardinero es un entorno en el que encontramos algunos de los edificios más emblemáticos de Santander, cuya construcción corresponde a los años de mayor auge de los baños de ola y mar. El Gran Casino Sardinero, un edificio de 1916 y Bien de Interés Cultural, tiene una fachada neoclásica con apuntes modernistas y está ubicado en la concurrida plaza de Italia
Siguiendo el paseo de nos asomamos a los Jardines de Piquío y nos dirigimos hasta la Segunda Playa de El Sardinero, frente al Parque de Mesones. Todo un paseo desde el que se asoma al mar, y desde él se divisan los acantilados de Mataleñas y el Faro de Cabo Mayor, sin perder de vista el magnífica Península de la Magdalena.
Llegamos al final del recorrido que en el mirador de la Avenida de García Lago, donde disfrutaremos de una vista única de la costa cántabra.